La joven escritora Marina Perezagua, Sevillana de nacimiento y neoyorquina de corazón, es una deportista acérrima y toda una aventurera. Como su literatura, el concepto de la vida de Marina es pasión y verdad, con toda su crudeza y toda su ternura, rasgos que le hacen disfrutar a través de sus pasiones: cetrería, supervivencia en la naturaleza, la práctica de apnea, la mar y la literatura como forma de libertad intelectual, de una vida plena y llena de éxitos logrados a través de un intenso compromiso con su trabajo.
Marina Perezagua está sumergida estas últimas semanas en las aguas de su tierra, compaginando su extenuante preparación para la gesta de cruzar a nado el Estrecho de Gibraltar y los últimos retoques de la que será su primera novela y tercera publicación: “Yoro”. Marina nos cuenta cómo en cuestión de dos años pasa de resistir sumergida en el agua practicando apnea a luchar por mantenerse a flote cruzando uno de los lugares marinos más duros del planeta, el Estrecho de Gibraltar: “Vengo del mundo de la apnea, luego me pasé al nado de largas distancias en aguas abiertas porque en Nueva York está prohibido entrenar apnea en las piscinas”. Con pocos meses pero intensos de aprendizaje, para nadar con la técnica de un atleta se planteó el primer reto hace un año, una travesía a nado de 10km en el estado de Nueva York.
Tras conseguir un buen resultado en la competición y motivada por todo lo aportado por la experiencia, tanto física como mental, se reta a sí misma con un compromiso mucho mayor: enfrentarse a una de las travesías más duras y peligrosas que se pueden hacer a nado, para lo cual se ha rodeado del mejor equipo que se puede tener, conformado por su entrenador Jaime Vigaray, vital para aprender la técnica de nado más favorable para tal reto, su madre Dione, marinera más que cualificada para planificar ruta y ser parte del equipo de apoyo durante la travesía y, como no podía ser menos, la sponsorizacion por parte de la Escuela de Supervivencia Anaconda y CarbroPro, esenciales como apoyo logístico y moral. Otras dos personas claves en este reto han sido el internacionalmente reconocido Javier Mérida, quien le presentó a su entrenador, y Enrique Murillo, su editor, de quien dice Marina que ha aprendido a “meterse en aventuras imposibles”.